
Dropping Back In: Building a Better Life (Spanish)
Episode 11 | 26m 40sVideo has Closed Captions
Learn about programs that prepare undereducated and unemployed people for jobs.
This program looks at successful apprentice and training-based programs that prepare undereducated and unemployed people for available jobs by teaching marketable skills.
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Dropping Back In is a local public television program presented by KET

Dropping Back In: Building a Better Life (Spanish)
Episode 11 | 26m 40sVideo has Closed Captions
This program looks at successful apprentice and training-based programs that prepare undereducated and unemployed people for available jobs by teaching marketable skills.
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How to Watch Dropping Back In
Dropping Back In is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.
Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorshipJames Hooten: No quería que mis hijos me vieran como un fracasado.
Quería lograr cosas para que pudieran verme como un modelo a seguir.
Mona Wuertz: Siempre supe que mi pasión era coser, pero nunca pensé vivir de esto.
Deb Shepard: La fuerza de trabajo del futuro definitivamente necesita más artesanos.
Jen Guarino: La pregunta era, ¿funcionará?
¿La gente querrá estos trabajos?
¿Querrán aprender esto?
[música] mujer: ¡Oye!
¿Cuántas veces vamos a tener que pasar por esto?
hombre: Pero si yo... mujer: Estoy cansada de esto.
hombre: No lo entiendo.
[música] FELICIDADES, GRADUADOS.
DE REGRESO A LA ESCUELA.
CONSTRUYENDO UNA MEJOR VIDA.
HAGAMOS QUE SUCEDA.
locutor: Este programa es parte de América se gradúa.
Hagamos que suceda.
Una iniciativa de los medios públicos hecha posible gracias a la corporación de difusión pública.
ESTÁ PROYECTADO QUE PARA 2022 EN MENOS DE 1 DE 10 TRABAJOS SE ACEPTARÁ UN NIVEL INFERIOR A LA PREPARATORIA.
MÁS DE 8 DE CADA 10 POSICIONES DE TRABAJADO DEBERÁN EJERCERLAS PERSONAS CON UN NIVEL SUPERIOR A LA PREPARATORIA.
Russell Rummberger: Hemos reducido el margen de éxito en la preparatoria en los Estados Unidos.
Cada vez más éste se define sólo en términos de... desempeño académico, mientras en los estados y en los distritos escolares alrededor del país, se han incrementado los requerimientos para poder graduarse basándose en el número de cursos preparatorios.
Así que pienso que deberíamos ampliar la definición de competencia.
¿Y si tuviéramos escuelas en las que los estudiantes pudieran demostrar su maestría al cocinar, o como mecánicos de autos, en diseño por computadora, o en algo que fuera más práctico?
Ron Ferguson: De todos las instituciones, la universidad, por loable que sea, creo que ha tendido a devaluar la estima y a menospreciar en el aspecto social a aquellos que no cursan una carrera de cuatro años.
Russell Rummberger: Tenemos una tendencia a menospreciar el valor de las áreas vocacionales más comunes, como soldadura o mecánica automotriz.
Esas habilidades para las que hay trabajos disponibles en nuestra economía.
Ron Ferguson: Aproximadamente dos tercios de la población no cursa una carrera de cuatro años.
La mayoría de esos adultos tiene trabajo.
Hay muchas cosas que necesitan hacerse que no requieren un grado universitario de cuatro años.
Debemos llegar al punto en el que nuestros jóvenes estén preparados para ser miembros productivos de la fuerza de trabajo.
Debemos entender lo que necesitan para poder entrar a un negocio y decir: contrátenme, puedo aportar algo.
Byron Finnidy: Estaba en un momento en mi vida en el que no me había graduado.
Sólo estaba ahí sentado.
Las oportunidades de trabajo eran limitadas... CAFÉ ESPERANZA.
CLASES GRATUITAS.
EDADES DE 17 A 24 AÑOS.
Brianti Sumler: Estaba tan enojada cuando llegué aquí.
Tenía que encontrar la manera de canalizar eso.
Y fue en la cocina.
Luis Arocha: Vienen con nosotros porque tienen familia que mantener.
O porque necesitan dinero y requieren habilidades para conseguir trabajo.
Kevon Joyce: Me gusta cocinar y también hornear.
Así que decidí venir porque esto me acercaba a mi sueño.
EL CAFÉ ESPERANZA TIENE UN PROGRAMA DE DIECISÉIS SEMANAS EN EL QUE ENTRENAN A JÓVENES PARA QUE PUEDAN TRABAJAR EN LA INDUSTRIA RESTAURANTERA DE NUEVA ORLEANS.
Luis Arocha: Creo que muchos de los niños que llegan a este programa carecen de esperanza.
Han tenido muchos fracasos en su vida, ya sea dentro de casa, en el sistema escolar o en la calle con los amigos.
Están buscando esperanza, y una razón para continuar.
Tyron Depron: Había renunciado a la vida, para empezar.
Y me había adaptado a esa situación.
Pero al hacerme mayor, comencé a pensar que no era lo mejor, porque si me daba por vencido, cada vez sería más y más difícil.
Chance Doyle: Creo que cualquiera que venga a este programa necesitará mucha fuerza, y una gran perseverancia.
Tenemos estudiantes que cada día se esfuerzan más de lo que la mayoría lo hace en una semana, en un mes, en toda una vida.
Siempre me sorprende su fuerza.
Michael Acosta: Personalmente quería un nuevo comienzo en mi vida.
Quería llegar a algún lugar.
Entré en la gastronomía porque siempre ha sido una pasión para mí.
Joel Brown: Probablemente las piezas más importantes de la economía turística sean la comida y la música.
Aquí es muy fácil encontrar trabajo en la industria restaurantera.
No sólo es un buen lugar, sino que le da a la gente que sale del programa la oportunidad de mudarse a otras ciudades y llevarse consigo los conocimientos.
Luis Arocha: Cuando entran al programa, esperan poder convertirse en John Besh o en Emeril Lagasse.
El hecho es que comienzas lavando trastes y de ahí despegas.
Es por eso que cuando llegan, alternan turnos para lavar trastes.
Yo también cumplo un turno.
Tienen que trabajar duro y comprometerse.
Deben aprender a ser éticos y a ganarse un ascenso.
Tyron Depron: Algunas veces quise darme por vencido pero me puse a pensar que eso sería admitir un fracaso.
Tuve que aprender a no rendirme y a seguir hacia adelante.
Aquí se admite a todo el mundo, pero si no demuestras que quieres estar aquí, te piden que te vayas.
Luis: Los únicos requerimientos para estar en el programa son que tengas corazón y que estés listo para cambiar.
Debes estar dispuesto a aceptar las enseñanzas.
Seremos honestos contigo y tú vas a decirnos cuando hagas algo malo o cuando tengas que mejorar en algo.
Mira, voltea lo de esta manera.
Sí, lo tomas and lo giras.
Es un programa de tres meses, seis semanas detrás de la casa y tres en el frente, pero ahí no termina todo.
También te ayudan a adquirir habilidades para la vida; lectura básica y aritmética.
Luis Arocha: Antes de que decidan si quieren hacer prácticas, como parte del programa, los dejamos que observen un restaurante real.
Los dejamos ver dentro de la cocina.
El equipo les habla de lo difícil que es y cuánto trabajo requiere, pero también lo satisfactorio que es.
Aprenden el sistema de ventas, y a poner una mesa.
La mayoría de las personas piensan que es una pérdida de tiempo, pero honestamente es en este período donde vemos un mayor crecimiento en nuestros estudiantes.
Cuando llegan al Café Esperanza es difícil mantener contacto visual.
Hablan con nosotros con la cabeza baja.
Nos nos miran cuando hablamos.
Pero al llevarlos al comedor, son forzados a mirar a los ojos a las personas, y a trabajar en sus habilidades de comunicación.
Mesero: Básicamente es un helado casero con café exprésso.
Michael Acosta: Debo decir que una de mis cosas favoritas es tratar de no sentir pánico.
Aprender a ser como el agua.
El hecho es que en el comedor tienes que lidiar con personas.
Debes hablar cara a cara con ellas.
Sonreírles.
Eso me ayudó mucho a socializar.
Si no fuera por eso, no sería capaz de estar aquí ahora.
Luis Arocha: Cuando terminan la etapa del programa en el comedor, van a la cocina.
Obviamente, creen que esa es la parte más divertida.
Pero, honestamente, es en donde hay más trabajo.
Después del primer día, a muchos les duelen la espalda y los pies, así que, es muy divertido.
Brianti Sumler: Cuando llegué al Café Esperanza aprendí mucho.
Aprendí cómo cortar un cerdo completo y cómo preparar cada una de las piezas.
Aprendí a ser ayudante de cocina y cómo picar vegetales mejor que nunca.
Cómo hacer una juliana, cosa que no sabía que existía.
También a preparar quingombó.
Y cómo hacer bísquets de papa dulce.
Joel Brown: Tratamos de enseñarles a trabajar con limpieza y rapidez, a no perder el tiempo, a cuidar su estación y a limpiar cuando terminan de cocinar.
Que estén seguros de que lo que envían es algo que ellos mismos se comerían o que le enviarían a sus madres.
Joey La Bella: Tienen una exposición directa a la cocina.
Se les enseña que deben ser capaces de leer, escribir y hacer operaciones matemáticas.
En ocasiones, tienes que cambiar de comportamiento cuando estás frente a los clientes.
Por eso es, en verdad, un gran programa.
Es mi favorito para reclutar personas.
UN SETENTA POR CIENTO DE LOS APRENDICES QUE COMPLETA EL PROGRAMA, ENCUENTRA TRABAJO EN LA INDUSTRIA RESTAURANTERA.
Tyron Depron: Me trajeron aquí en donde he trabajado unos diez meses.
En menos de tres meses me ascendieron.
Me sentí orgulloso de mí mismo.
Michael Acosta: No sucedía nada en mi vida.
Pero cuando entré a la escuela, todo cambió.
Me sentí feliz.
Como si en verdad pudiera hacer algo, y hoy me estoy graduando.
He hecho mucho.
Luis Arocha: La gente se sorprende cuando les digo: no me importa que se vayan del Café Esperanza y entren a la industria restaurantera.
Si tienen habilidades para la vida, ética en el trabajo, entienden lo que se necesita para tener éxito y se van de aquí con esperanza y con el deseo de ser auto-suficientes, eso es lo único que nos importa.
FELICITACIONES, GRADUADOS.
EN 2013, UNO DE CADA TRES NIÑOS EN LOS ESTADOS UNIDOS, VIVÍA EN UNA CASA EN DONDE NINGUNO DE SUS PADRES TENÍA UN TRABAJO SEGURO, DE TIEMPO COMPLETO.
Si tenemos un trabajo, no se trata sólo de realizar el trabajo, sino de llegar a tiempo, ser positivo, improvisar soluciones creativas, llevarse bien con las personas, saber cómo vestir.
Al principio nos preguntábamos por qué nuestros estudiantes no entendían lo que era el servicio y por qué era tan deficiente en el Café Esperanza.
Nos sentamos a platicarlo con el equipo y nos dimos cuenta de que muchos de los chicos que estudian en nuestro programa, nunca habían estado en un restaurante.
Si nunca lo habían experimentado, ¿cómo esperábamos que lo hicieran?
No creo que todos hayan tenido una oportunidad.
No lo creo.
No creo que las personas con las que lidiamos estén en su segunda o tercera oportunidad.
Algunos dicen: "Ya han tenido dos encontronazos con la ley, han estado en libertad condicional, tienen que ir a la escuela."
Pero si no les das las armas necesarias, nunca tendrán la oportunidad de luchar.
Parte de lo que los jóvenes necesitan son oportunidades de ver que son inteligentes, que pueden tener logros, que son capaces de ganar premios y que pueden ser la persona que quieren ser.
Joe Youcha: Ochenta por ciento de sus logros tienen que ver con la socialización.
Con adquirir habilidades sociales.
Esto cambia sus propias expectativas.
Les muestra lo que pueden lograr.
Veinte por ciento son habilidades prácticas, como las matemáticas.
Pero ese veinte por ciento es fácil de medir, mientras que el ochenta por ciento, no lo es.
Chance Doyle: Creo que todos necesitan un campeón.
Necesitan saber que alguien estará ahí para ellos.
Necesitan contacto humano.
He descubierto que si no trabajamos en esa conexión, es poco probable que regresen.
[música] Juan Carlos Henriquez: Sabía que necesitaba cambiar de vida.
No podía seguir metiéndome en problemas.
A.J.
Bawazir: Es como tener una nueva familia que estará ahí siempre, no importa qué pase.
Jay Creech: Los trato como si fueran adultos, iguales a mí.
Juntos cimentamos ese respeto mutuo.
Steve Hernandez: Enseñarles carpintería y habilidades para la vida es fácil.
El reto está en lo que hacen al salir de aquí.
FUNDACIÓN ALEXANDRIA SEAPORT, VIRGINIA.
Joe Youcha: En 1992, Bill Hunley y yo iniciamos los programas para construir botes para la fundación Alexandria Seaport.
Lo que queríamos hacer era proveer a la comunidad de acceso al agua a través de la construcción y utilización de botes.
Pensaba que serían más bien clases para adultos que quisieran hacer esto como una forma de entretenimiento.
Pero Bill dijo: debemos trabajar con los chicos.
Lo hicimos con un programa de empleo de verano.
Al final de la temporada, el bote estaba listo y el programa terminaba, pero los chicos no.
Así que iniciamos un programa anual para aprendices.
Juan Carlos Henriquez: Dejé la escuela a los dieciséis años, pero obtuve mi certificado de formación general.
Después comencé a trabajar, luego dejé el trabajo y empecé a meterme en problemas.
Me fui a vivir a la calle y terminé en la cárcel por seis meses.
Luego entré a este programa.
Steve Hernandez: Cuando llegan y presentan su solicitud, los entrevistamos de forma individual para saber sus necesidades.
Tenemos un examen de asignación y luego viene un periodo de prueba de cinco semanas, donde les pagan un estipendio de cien dólares a la semana si llegan a tiempo todos los días, realizan sus trabajos diarios y tienen una buena actitud.
El objetivo es que trabajen con los mentores, que son los voluntarios.
Cuando estas personas mayores entran en contacto con los nuevos, tienden a construir lazos de amistad.
Jay Creech: Cuando llegué aquí, desde el primer día, dentro de una clase de cinco días, vi cómo el gerente se comunicaba con los chicos, los aprendices.
Al final de la sesión les dije: ¿cómo puedo ser voluntario aquí?
Esto luce genial.
Steve hernandez: Tratamos de no enfocarnos en las diferencias, sino en la tarea que tenemos entre manos.
Debido a que trabajamos en equipo en un proyecto común, las barreras parecen desaparecer con el tiempo.
Jay Creech: Todos somos aprendices aquí... POR MÁS DE VEINTE AÑOS, LA FUNDACIÓN HA OFRECIDO EN EL ÁREA DE WASHINGTON, D.C. UN PROGRAMA DE CAPACITACIÓN ENFOCADO A JÓVENES EN RIESGO.
Aprendemos diferentes cosas.
Tal vez, por primera vez, y aprenden a trabajar con personas mayores como sus pares.
Nosotros aprendemos de ellos también; sus antecedentes, cómo llegaron a donde están.
Es genial porque puedes hablar de tópicos que normalmente no tocarías, asuntos delicados, como la política.
Incluso les he pedido consejos acerca de mi vida amorosa.
Es como si tuvieras un,amigo en quien confiar.
Jay Creech: Una vez un joven vino a decirme una cosa: no lo entiendo.
¿Por qué si eres blanco me tratas tan bien?
Le contesté: porque me agradas.
Tienes talentos, habilidades.
Trabajamos juntos para lograr un objetivo.
¿Por qué no iba a ser amable contigo?
Nunca había estado en un ambiente donde la gente lo tratara como a un igual.
Joe Youcha: Estos voluntarios han tenido carreras muy exitosas.
El hombre que inventó la antena que está en todos nuestros celulares viene aquí.
Cuando los aprendices se dan cuenta de que ese tipo de personas creen en ellos, y en lo que intentan hacer con sus vidas, cambian las expectativas de los chicos.
Jay Creech: Francamente, aquí experimentas un mayor sentimiento de satisfacción que trabajando para una gran empresa.
trabajador: Lo que debemos hacer es trazar una línea imaginaria aquí.
Joe Youcha: Cuando comenzamos el programa, lo diseñamos para que estuviera en concordancia con el trabajo.
EL PROGRAMA DE APRENDICES EN LA CONSTRUCCIÓN DE BARCOS, ENSEÑA TANTO CARPINTERÍA COMO HABILIDES MATEMÁTICAS, INCLUYENDO ÁLGEBRA Y GEOMETRÍA.
Trabajador: Lo que importa es que esto esta en el engranaje.
Aquí se eleva y el hueco se ensancha.
¿Recuerdan lo que pasó la última vez?
Sabemos que debemos hacer las mediciones aquí.
Jay Creech: Tenemos una muy buena relación con el sindicato de carpinteros y hemos colocado a decenas de chicos con ellos.
Cuando tienen trabajos y reciben aprendices, aceptan a los nuestros.
Tienen conocimientos de matemáticas, saben utilizar herramientas manuales y eléctricas.
Eso les da una ventaja.
A.J.
Bawazir: No sólo nos enseñan a convertirnos en buenos empleados o carpinteros, sino a ser líderes.
Nos enseñan a estabilizar nuestra situación financiera.
Cómo debemos presentarnos a una reunión.
Cómo comportarnos en una entrevista.
Cómo vestirnos adecuadamente, o cómo buscar una entrevista de trabajo.
No creo que se les escape algo en lo relacionado al ámbito del trabajo.
Ni un sólo punto.
Juan Carlos Henriquez: Tengo un trabajo en puerta; construir plataformas.
He estado investigando, viendo videos.
Me he involucrado.
Creo que es genial porque quiero aprender a construir cosas.
Y tal vez en un futuro, construya una casa para mi familia.
Joe Youcha: Lo que siempre digo es: confiamos en ellos.
Ellos aprenden a confiar en nosotros.
Y así aprenden a confiar en ellos mismos.
Cuando aprenden esto último, nuestro trabajo terminó.
SE PROYECTA QUE EN LOS ESTADOS UNIDOS SE NECESITEN CASI MEDIO MILLÓN DE CARPINTEROS Y TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCIÓN ENTRE 2012 Y 2022.
La sociedad quiere que la gente vaya a la universidad, que consiga un título para ser doctor, abogado o realizar un trabajo administrativo.
Casi cualquier trabajo por el que recibes un sueldo, hace una contribución.
Debemos respetar y valorar eso.
Deb Shepard: Cada semana, recibimos quejas de una industria diciendo que no tienen suficientes trabajadores.
Sabemos que el problemas es que los estudiantes de preparatoria, no saben de estos trabajos.
Si sus padres no trabajan en una fábrica o no son de una área rural, no saben lo que es un operario.
Ni tienen idea de si eso les gusta o no.
Ni siquiera saben que existe.
Tatjana Hutnyak: Para mí, no hay nada mejor que ver triunfar a una persona, ya sea en el campo de la educación o del trabajo.
Que la gente pueda decir: "Hoy puedo ir a mi casa y alimentar a mis hijos."
[música] LA COALICIÓN DE FABRICANTES.
SAN PAUL, MINNEAPOLIS.
Mona Wuertz: Para mí, fabricar algo siempre ha sido muy satisfactorio.
Larry Corbesia: Coser empezó a gustarme poco después de aprender.
No podía creerlo.
Mike Miller: La industria ha abandonado el país en las últimas décadas.
Había estado sin trabajo durante once años.
Tuve tres empleos temporales y siempre pensaba, tal vez éste es el definitivo; si puedo demostrarle a alguien que soy capaz de llegar a tiempo.
Si me pagas ocho horas, trabajaré ocho horas.
Fui a la escuela de diseño de Minneapolis para estudiar diseño mecánico y electromecánico.
Realicé diseños durante quince años.
Luego tuve algunos problemas con el alcohol y perdí el piso durante un buen tiempo, tal vez unos quince años.
Mona Wuertz: Supe del programa a través del periódico Star Tribune.
Estaba sentada en la cocina, desayunando y leyendo el periódico.
Y ahí estaba el artículo.
Siempre escuchas ese dicho: si trabajas en lo que te apasiona, no es trabajo.
Yo siempre supe que mi pasión era coser, pero nunca pensé vivir de esto.
Esto no es noticia porque ha sucedido desde hace tiempo.
Pero la producción está regresando a los Estados Unidos por varias razones.
Hace unos tres años, J.W.
Hulme, es decir, la industria de la moda, descubrió las pieles American Heritage.
Se maravillaron.
Entonces la cadena de tiendas Barneys de Nueva York vino a decirnos: nos encantan sus artículos hechos a mano en Minnesota.
Y aquello se convirtió en una locura.
Pero lo que esa locura desató fue que comenzamos a educar al consumidor acerca de la calidad.
Lo que podemos encontrar aquí en los Estados Unidos.
Así que, de repente, lo que comenzó siendo una moda, se volvió una categoría.
Entonces la demanda por manufactura doméstica se elevó a los cielos.
Cuando queríamos contratar nuevos trabajadores, nos resultaba difícil encontrar a quienes supieran coser.
Así es como nació este grupo: la coalisión de fabricantes.
Estaba en un evento como invitada junto con Louise Jones de Lifetrack Resources.
Jen Guarino, presidenta de J.W.
Hulme en ese tiempo, recibió un premio en la cámara de comercio por ser la compañía de mayor crecimiento en San Paul.
Cuando se levantó para recibir el premio, dijo que una de las barreras había sido encontrar gente con las habilidades necesarias.
Louise, de Lifetrack Resources, vino a decirme: creo que necesitamos encontrar soluciones para esto.
Eso llevó a reunirnos con Debra, del tecnológico Dunwoody, y con Tatjana, de Lifetrack Resources.
Debra Kerrigan: Le dije: Jen, si puedes traerme nueve o diez empleados a la mesa y decirme que todos tienen las mismas necesidades, Dunwoody creará un programa para ti.
Y ahí prendió la mecha.
[música] Jen Guarino: Así que nos reunimos todos.
Tuvimos una mesa redonda.
Hicimos preguntas.
Realizamos encuestas.
Dunwoody nos ayudó a hacer las preguntas correctas.
Probamos que había una necesidad, misma que se tradujo en unas noventa fuentes de empleo en la industria textil.
maestra: Sólo denle la vuelta y sigan haciéndolo hasta que luzca bien.
Entonces hacen la costura en la unión.
¿De acuerdo?
EL TECNOLÓGICO DUNWOODY COMENZÓ A OFRECER CLASES DE ESPECIALISTA EN COSTURA Y PRODUCCIÓN EN ENERO DE 2013.
Y Lifetrack Resources nos ayudó a conseguir becas para los primeros estudiantes.
Muchas veces, cuando buscas capacitar a adultos que ya tienen trabajo, que mantienen a sus familias o que reciben poco ingresos, encuentras muchos obstáculos.
Pagar colegiatura les resulta imposible.
Mona Wuertz: Las primeras dos clases, una costaba mil doscientos y otra, cuatrocientos o quinientos, me dije: dios, ¿cómo voy a pagar por esto?
Pero pensé: tengo que encontrar la manera.
LOS ESTUDIANTES DEBEN TENER DIPLOMA DE PREPARATORIA O SU EQUIVALENTE PARA INGRESAR AL PROGRAMA.
Tatjana Hutnyak: Tuvimos la suerte de recibir setenta y cinco mil dólares, lo que nos permitió ofrecer quince becas completas.
Cuando hablé con Tatjana, me dijo: bueno, aún me emociono me dijo: me queda una beca, y voy a dártela a ti.
Ella aún estaba muy nerviosa cuando me dijo: "Bien, ¿cuál es el monto de la beca?"
Yo le contesté: "Bueno, es una beca completa."
Son casi cinco mil dólares.
No lo podía creer.
Lo siento estaba sorprendida de que alguien que ni siquiera me conocía creyera en mí.
[música] Jen Guarino: Este no es un programa diseñado.
Acudes a él porque quieres producir, ¿de acuerdo?
Quieres fabricar un producto.
Mike Miller: Estás tratando de fabricar el producto a un determinado paso, hasta que está terminado y puedas ganar dinero con él.
Debra Kerrigan: El primer grupo, que se graduó en enero, completó sus prácticas en junio.
Tenemos un noventa por ciento de colocaciones en alumnos graduados.
Algunos estudiantes que vienen al programa no tienen casa, otros han perdido su trabajo y no han sido productivos en años.
Algunos están retirados, pero no tienen pensión y necesitan seguir trabajando.
Esperamos poder garantizarles un puesto.
Es muy importante saber que, al final del túnel, les espera un trabajo.
Mona Wuertz: No sabía que tenía... MONA COMPLETÓ EL PROGRAMA Y CONTINUA CON SU EDUCACIÓN EL LA ESCUELA TÉCNICA COMUNITARIA DE MINNEAPOLIS.
...pero sé que soy un gran técnico cuando un diseñador quiere realizar algo.
Me alegra poder ser de ayuda.
Larry Corbesia: Bueno, se siente bien... DESPUÉS DE GRADUARSE, LARRY ACEPTÓ UN TRABAJO DE TIEMPO COMPLETO EN LA COMPAÑÍA J.W.
HULME.
Pero no quiero retirarme.
Se siente bien ser parte de la sociedad productiva de nuevo.
PARA MÁS INFORMACIÓN ACERCA DE ESTA SERIE O DE ASUNTOS RELACIONES CON LA EDUCACIÓN PARA ADULTOS, POR FAVOR VISITE LA PÁGINA: WWW.DROPPINGBACKIN.ORG.
Luis Arocha: Como ciudadanos, necesitamos encontrar la manera de involucrarnos.
Ningún programa puede combatir eso, a menos que te involucres.
Si no lo haces por dinero, entonces puedes ofrecerte como voluntario para ser tutor.
Ofrécete para dar asesorías en matemáticas.
Para ayudar a un niño a leer y decirle que está haciendo un buen trabajo.
Que estás ahí para apoyarlo.
Así que los invito a ser buenos ciudadanos y apoyar a cuantos puedan.
HAGAMOS QUE SUCEDA.
locutor: Este programa es parte de América se gradúa.
Hagamos que suceda.
Una iniciativa de los medios públicos hecha posible gracias a la corporación de difusión pública.
Dropping Back In is a local public television program presented by KET